Los especialistas recomiendan dormir de seis a ocho horas diarias, sin interrupciones, para recuperar por completo las energías, mantener la salud y disfrutar de un gran bienestar. Y es que, el descanso aporta innumerables beneficios al organismo, entre ellos:
- Fortalecimiento del sistema inmunológico
- Mejora del sistema nervioso
- Activación de la circulación sanguínea y protección al corazón
- Reducción de la depresión, incremento de la memoria y estimulación de la creatividad
- Pérdida de peso
Un sueño óptimo, en general, maximiza la funcionalidad orgánica. Pero, para que el reposo sea adecuado se debe dormir sobre una superficie apropiada. De modo que, si te levantas cansado, de mal humor, tenso o adolorido, es posible que requieras un nuevo colchón. La recomendación es sustituirlo cada 8 a 9 años.
Características de un buen colchón
Un modelo visco-elástico, en buenas condiciones, no hace presión sobre el cuerpo, ni obliga a cambiar constantemente de posición debido a la incomodidad. Existen varios tipos de colchones, dependiendo del material de fabricación, como: muelles continuos, látex, futones, espuma HR, etc. De manera que la opción perfecta es:
- Firme. Ni duro ni blando y sostiene con firmeza el cuerpo, sin incomodar.
- Adaptable. Permite que el cuerpo se adapte a su superficie de manera natural; especialmente, en lo que se refiere a la curvatura de la columna.
- Estable y homogéneo. No muestra bultos ni hundimientos.
¿Cómo elegir el colchón idóneo?
Para la elección de un adecuado soporte sobre el cual dormir, existen ciertos aspectos a tener en cuenta. Entre ellos destacan algunas particularidades, como:
- Edad. Mientras más joven es la persona, mayor debe ser la firmeza del colchón. Así, adultos y ancianos requieren de una superficie suave.
- Complexión. Si eres de contextura gruesa, tu colchón debe ser firme. Si eres delgada disfruta de un modelo de menor densidad.
- Número de usuarios. Si duermes solo, selecciona de acuerdo a tu complexión, estilo de dormir y, asegúrate de que cuente con una holgura de 10 a 15 cm respecto a tu estatura. Si tienes pareja, elige un colchón con independencia de movimientos (o de lechos).
- Sensación térmica. Una cama ancha disipará mejor el calor que una angosta. En caso de que sufras de calores nocturnos, busca un colchón con muelles ensacados, termorregulador y funda de tejidos naturales. Si el frío te atormenta, elige un modelo de látex, espuma o cara de invierno.
- Movimiento y postura. Si te mueves mucho durante la noche o duermes boca arriba, consigue un colchón de estabilidad firme. Si tu sueño es tranquilo, y permaneces sobre todo de lado o boca abajo, prefiere un modelo de menor densidad.
- Garantía. Asegúrate de que el período ofrecido por el fabricante cubra entre 10 y 15 años.
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